Viéndola así parece que lleva un trabajo tremendo y que hacer las flores es complicado. Al contrario, hacerlo está chupao, como dice últimamente mi hija.
Lo primero que debéis hacer es elegir el dibujo; yo os recomiendo que sea algo simple. A mayor sencillez, mejor se verá el resultado final. También es buena idea pintar por dentro la figura que hayáis escogido del mismo color que las servilletas porque os van a quedar pequeños espacios entre las flores y de esa forma no se verán tanto con el fondo blanco de la tarjeta.
Y a continuación llega lo más entretenido, que es hacer las flores. Empezáis cortando las servilletas en tiras (1). Cuanto más ancha la cortéis, más grande será la flor y viceversa (2). Dobláis la tira a la mitad (3), la vais enrollando haciéndola girar entre los dedos (4) y luego la enrolláis sobre sí misma, como haciendo un caracol. Ya tenéis la flor:
la flor y pegarla a la figura de la tarjeta.
simplicidad del dibujo viene por esto, porque a la hora de pegar las
flores queda más bonito si se cubre todo sin que queden espacios vacíos. Otra más: evitad los ángulos porque obviamente las flores son redondas y así los bordes quedarán más definidos. Si aún así tenéis alguno, podéis jugar con el tamaño de las flores haciéndolas más pequeñas para que lo rellenen mejor (cortando la tira de servilleta más estrecha).
Trabajo en una fabrica de servilletas y cada dia encuentro aplicaciones nuevas y curiosas mas alla del simple uso de limpiarse, como curiosidad comentarte que hace poco he encontrado un video sobre la primera maquina de servilletas que hubo en españa (que estuvo en nuestra fabrica) y lo hemos colgado en la web.
¡Hola!
Dime la página para echarle un ojo 😉